La belleza es simple
Lo bello es una presencia que me recorre por dentro tomándome desde la planta de los piés hasta los ojos y la punta de los cabellos. La belleza la siento en mis vísceras, en mi adentro. Lo feo también. Y entre lo bello y lo feo están los desfiladeros, las rampas al vacío que cachetean la boca del estómago mientras extiendo los brazos deseando volar … de verdad.

Siento: … la savia lustrosa que enerva los tallos de flores, las copas olorosas de pinos , el tacto rasposo de cardos y ramas secas, el contacto fresco con las rocas que duermen aún su noche bajo el sol naciente.
Respiro inmensidad turgente, azul y verde con toques dorados de rayos de sol. Respiro aroma de viento jugando a ser brisa húmeda rasgada por el silbido añejo de un valle rocoso y «gruñón».




Ando un nuevo camino: legendario y caminado. Un paso y otro: compás que se anida y acurruca en mi cuerpo …. un paso, otro, otro…
Alimentarse de instantes es recurrir y convocar la fuerza de la vulnerabilidad, es apoyarse en la confianza , es aceptar la incerteza, es permitir que el espacio te invada sin cerrar las puertas ni ventanas. Percibir los instantes es conexión y presencia de manos dadas con la finitud y bienvenida. Sentir los instantes es un paso a paso caminado por dentro de mi misma, a veces con prisas y hoy, honrando las pausas.
y entonces, contemplo los instantes, se tornan eternos …

Carolina Chavez para Energía Femenina en Movimiento.