¿qué anhelos guarda un corazón que no puede revelar?
No los saca hacia afuera
Ni los cuenta
Anhelos presos detrás de una mirada
Encerrados en un cuerpo
Encarcelados en el alma
¿qué anhelos guarda tu corazón?-
Y los peces nadan hacia el mar, hacia el océano azul, hacia el horizonte
hacia el cielo … alimento de gaviotas … mezclados con el viento …
-Ensamble de Vivencias – Talleres para mujeres frente al mar.
Los anhelos son como cofres, con cerraduras y sus llaves. Hay llaves que se tiñen de amaneceres y otras poseen la caricia insondable del invierno de atardeceres mediterráneos … hay que esperar … esperar que las redes abracen los peces , que ellos decidan aproximarse curiosos , que sus ojos acaricien superficies y que la Reina del Mar los entregue en el regazo para ser alimento de sus anhelos y su voz.

Todo tiene su tiempo … absolutamente todo
Y es ese todo el que va a devolver tu aleta presa entre las rocas marinas
Y es ese tiempo el que va a revelar el lugar del anillo perdido y que ella sembró en el núcleo de los anhelos … aquel lugar donde se llega y también se parte con un vehículo: el corazón.
Portales se abren danzando sus ciclos en estaciones con sus lunas, y ahora: luna creciente en este 4 de abril de 2020. Un tiempo de latidos a flor de piel, de voces que se suman a las máscaras que minuto a minuto caen, develando lo que hay.
Apoyarnos en la singular dicotomía del quien soy y las certezas primigenias, ahondar en la incertidumbre y valorar este instante tal como es, tal como lo siento: sin etiqueta, sin anuncio de luz o sombra, sin caer en el espíritu y la materia … sin rótulo. Y es en la sombra, tal como en la niebla densa que se amplían los fantasmas y resucitan los godos, romanos y fenicios… lío de tiempos e historias; denodado afán por subir a la tabla salvadora de un ciclo que terminó. Se fue. Esa es la certeza.Y ahora, ahora es esto que está adentro y en casa, si la tienes, que te pone al espejo: te miras y ves ¿que veo? ¿que miro y que es lo que veo? … nada … puede ser …
Empiezo por cerrar los ojos
traslado la desazón a mis dedos
libero los brazos
muevo y me muevo
sigo el latido …y camino, ese, el mío
el que me lleva sin vueltas
al lugar donde soy absurda y locuaz, verdadera y simple
al sendero del nunca-jamás
las aguas del siempre,
y al lugar infinito donde se besan las partidas y las llegadas.
– Ensamble de Vivencias – Talleres para mujeres frente al mar.
Tiempo de conectar con el latido, con el susurro; con la mirada nueva, limpia y sobria, audaz y única. Tiempo de concretar el anhelo del Alma, ese que late en el corazón.
Carolina Chavez para Energía Femenina en movimiento