¿Un mate?

Colocar la pava para el mate es el inicio de un ritual que como nacida y criada en Argentina conozco bien. Un ritual que se va aprendiendo como «al acaso», con muchos y varios momentos del día a día, de los años, de la vida. El mate forma parte de la reunión, de la pausa, del momento en el que te cebas unos matecitos para «calentar el garguero» (coloquial de garganta), del desayuno, merienda y los entremedios: una charla, matear mientras escribes, matear escuchando la lluvia y también los pájaros … Matear es cadencia que acuna espacios y momentos La…

Aguas de Mar

Ingresar al universo simbólico de la naturaleza conecta, re-estructura, siembra bases internas. El universo natural (Naturaleza) posee formas propias, ciclos, y en ellos cada Ser va tejiendo la trama de la vida: uno + cada uno + uno+ otro+ otro + + + y se enlaza la red de vida que está conectada. Mirar, mirarme, mirarse, modificar lo que es necesario, construir en armonía pues sabemos lo que no lo es, ejercitar la levedad que permite mudar anclas de rencores Percibir la vulnerabilidad nos torna artífices del propio cambio, el que es necesario, el que se torna motivo cuando lo…

Te lo digo

Talvez sea la letra de una canción, quizás un detalle en el camino tipo los colores de la arena mojada reflejando el cielo del amanecer rosa o la ráfaga de aroma azahar que de pronto se mete por la nariz o el picor del aire frío junto al calentito del rayo del sol, ambos conviviendo en el rostro … sí, quizás esos sean los momentos que traen ese nosotros que fuimos y como dice Nana sólo basta que en un momento «voce lembre de mim …» (tú me recuerdes) (#) Es que hay tantas y tantas formas de dialogar, de…

Cartas no enviadas

Si lo sé, me fui … Me fui. Lo hice para sobrevivir a la selva de cemento que me lamia las entrañas y secaba el corazón; el neón maquillado, sus semáforos incansables, los bocinazos de los autos, los ojos sin miradas me estaban descuartizando viva. Me iba o moría. El nuevo capítulo me necesitaba sola. De mas está decir que las noches se tornaron amigas de mis desvelos; ellas me observaron en el camino de los “si” y los “no” … no hubo grises ni matices. Eras demasiado urbano. Yo, demasiado natural. Ambos orgánicos. Sin miradas, ni abrazo. Sin un…

11 días

Lo simple es la única respuesta: certera, rápida y directa. El viaje inició con el llamado de quienes, sólo ellos, podrían moverme de mi lugar para ir allí donde era conveniente y necesario. Un viaje no esperado y con pócimas de eternidad. Así, sabiendo que en 11 días se decantaba un tiempo sin vueltas inicié el viaje al Perú. Ese Perú mágico: padre y madre de muchas vertientes, de recodos, de nacimientos y despedidas. 11 días que aún estoy procesando y soltando … dejándolos ir con pedazos de mi que arañan y roncan, flotan y me exprimen; comprendo que hay…

Estampida

Cielo oscuro y pleno desprendiendo aroma de tierra mojada, silencio…, orillas. Y el día se enciende de luces para desprender detalles que irrumpen como una estampida de truenos y relámpagos aquí, rozándome piel adentro sin pedir permiso ni condiciones. Suelo caminar todos los días en un paso a paso consciente y consentido, necesario y respirado. Me conecta con la vida que se sucede en instantes rozando los míos, produciendo alquimias y síntesis, oropeles y crepúsculos, liberad y resistencia, encantamiento y regazo. Grito …Grito …Mi grito es carne desgarrada que callada sangró su tiempo de años en silencio. Es alarido de…

Entre lunas

Cada luna llena es un fin y un encuentro; a veces, estos momentos se dan al mismo tiempo y otras se enlazan en una larga trenza con los colores de pedacitos de instantes que, sin ser comprendidos en el presente en el que se viven, van tejiendo los sucesos … «Porque te quiero como el mar quiere a un pez que nada dentro, dándole de respirar, protegiéndolo del viento. Porque te quiero dibujar, desnuda en el firmamento para hacer todavía mas bonito, mas bonito el universo…» Melendi – Con la Luna Llena Febrero de 2020 inició con un encuentro familiar…

El día después

El día que te das cuenta, ése, en el que miras tu propia historia desde la sensación cansada, iracunda, somnolienta y ojerosa. El momento en el que como un relámpago sientes que es el fin de algo y el inicio de otra cosa que por el momento no tiene nombre ni objetivo ni nada … Ese día es el después, tan ansiado como negado, tan deseado pero no buscado y como toda dicotomía, tan necesario. Todo ha desaparecido: las certezas, lo que define, lo que tiene una huella o un nombre. Toda definición está borrada y te das cuenta entonces…

Riberas

Comienza el otoño a inundar el espacio con su solapada presencia: aromas arrastrando la incipiente humedad del amanecer Mediterráneo, matices rosados abrazados a los fugaces naranjas; cobran nueva vida las piedras grises tiñéndose de un musgo renovado y la cadencia … la suave cadencia que comienza a vibrar en el cuerpo recostándose por dentro de mi piel, explayándose hacia lugares íntimos: te siento, estas llegando … Contigo renace la necesidad de soltarme de la etapa que ya fue vivida, de liberar mis pies de huellas andadas, de amparar mis brazos en vuelos necesarios. Contigo me sumerjo nuevamente en la búsqueda…

Síntesis

Me despeina el ruido de ausencias. Late en mis sienes el galope salvaje que amarra mis pies a una silla y veo la primavera tornándose verano a través de una ventana con aroma de Jacarandá. Nuevas voces dibujan sonrisas, un aroma de prado y mar nuevos inunda este pedacito de lugar en el mundo. Camino … Camino de una ciudad de mar, aquí en esta Andalucía que narra su canción: llena de torres legendarias, castillos, olas de mar, gaviotas, golondrinas y olivos; repleta de tomates y «cafelitos», con tortillas humeantes de papas y el aire gracioso de abanicos rojos preparando…

La chica del viento

Una calle sin nación ni patria desnuda de intención y somnolienta de esperanza se abre ante mí. Desconozco sus meandros, necesito tus mapas dibujados en papel de lienzo, atolondrados, desprolijos y exactos. El viento sopla … Sí, ya es hora de partir. Mi brújula guía la próxima estación, aprieto mis manos. Saludo al silencio que late una lagrima cúbica … nunca verás mis orillas de mar. Allá lejos una mujer despide a la chica que tenía saudades, y sola parte, llevándome en su mirada. Se aproxima el otoño … hay aroma de leña y chimenea … ya es la hora…