Anhelos

¿qué anhelos guarda un corazón que no puede revelar? No los saca hacia afuera Ni los cuenta Anhelos presos detrás de una mirada Encerrados en un cuerpo Encarcelados en el alma ¿qué anhelos guarda tu corazón?- Y los peces nadan hacia el mar, hacia el océano azul, hacia el horizonte hacia el cielo … alimento de gaviotas … mezclados con el viento … -Ensamble de Vivencias – Talleres para mujeres frente al mar. Los anhelos son como cofres, con cerraduras y sus llaves. Hay llaves que se tiñen de amaneceres y otras poseen la caricia insondable del invierno de atardeceres…

Como la primavera

Un ciclo que se mueve por el cuerpo despertando del letargo y dureza de, quizás, varios inviernos … Un ciclo que renueva diferentes aspectos de la vida … Algo nace, algo muere y así, como cuando cantamos la canción de “teje la araña” , un continuo reciclaje de tiempos y sus efímeras formas, por momentos eternas. Para quienes olfateamos el olor del día sabíamos que “algo” estaba distinto: un aroma desconocido latía silencioso cerquita de los huesos, rozando el esqueleto. El horizonte empañado con demasiada frecuencia, rasgaba su letanía acomodándose entre aguas y todo, absolutamente todo, por un momento, se…

nos vemos en Lima limón

Lima – Perú Inicié los pasos por sus calles allá lejos y hace tiempo cuando, con 10 años de edad, en un avión de medianoche atisbé sus luces y dije: parece que entro en un cuento … Desde ese tiempo, varias décadas han pasado y nuestros encuentros fueron marcando surcos, senderos, caminos y un sentirme parte no sólo por registro de orígenes, sino por sensaciones y percepciones … Lima es los encuentros con historias que emanan de sus calles que huelen, que tienen la luz y las sombras de una urbe en movimiento; singularidad, dinamismo, quietud, anquilosamiento y modernismo, metáforas…

La máquina del tiempo

Palabras saliendo por los dedos Lágrimas en el estómago Una mirada atravesando el aire El pantalón Durazno sobre la piel de mis piernas Catarsis Antiguo y nuevo testamento en cuadros de mujer ¿ Aburrimiento? Distracción Contrastes que igualan el horror de no ser nada y a veces, sólo a veces, de sólo tener o ser un precio … Activismo> mental Activismo > emocional La belleza de los contrastes: colores, pensamientos, tradiciones … y más … Meterse en la organicidad de una ciudad es elegir alguno de los cauces de sus voces, de sus arterias, de sus particulares formas de arrojar…

De repente

Así creíamos que iba a ser, la vida simple es buena, casi siempre. Es así, caminamos por la calle y nadie repara en la luna. La vida siempre continua. Ana Carolina (#) Una década que miro hacia atrás como el camino que ando sabiendo que nunca será igual, que todo cambia. Deletreo la palabra en mi boca y el sabor se me antoja diferente según el tono que me sale, en susurro o audible: … dé – ca – da … Me detengo y percibo como se desgrana la palabra, para transformarse en la catarata que desfila sus aguas año…

Diciembre

Llega diciembre y surge la necesidad de ponderar, de capitular un lapso de tiempo vivido y recorrido. Es mi balance anual emocional, sensitivo y consciente de contrastar la realidad elegida. Si, la elección del dónde, con quién, por qué y para qué son preguntas que tienen sus propios tiempos de respuestas. En este balance entran aromas, imágenes que me detuvieron en plenos instantes de eternidad, se acopia el calorcito de los abrazos nuevos y no tanto, el susurro de la distancia y la algarabía del encuentro; se suceden los momentos de agobio, incertidumbre, desasosiego y nerviosismo … el péndulo de…

Transformación

Es inevitable. Se presiente, se huele, se anuncia en mensajes sutiles y persistentes: un cartel en la calle, una palabra escuchada al azar, una propaganda, un «pedacito de canción!» que sale por el auto en movimiento mientras esperas para cruzar la calle, un párrafo de libro abierto por acaso; por momentos parece un «conjuro» y cuando «se cae de maduro» , te das cuenta que por ahí va ese algo que ya no es evitable. Pequeños cambios casi silenciosos dan origen a avalanchas. La naturaleza nos revela tanto … En el otoño las hojas se desprenden de los árboles o…

en el Bosque

Se asoma el aroma del otoño, es sutil … con un sordo placer se desperezan lentamente los espacios de mi cuerpo que laten en mi corazón. Hay una «cierta atmósfera» diferente que se revela … silenciosa, intensa. Los rayos de sol comienzan a ensayar caricias menos ardientes, con pausas que erizan mis poros desnudos … sí, viento, tú también me cuentas que el bosque me espera … Olfateo el aire, lo respiro cerrando los ojos Percibo que el olor del agua-tierra-hojas-troncos-pasto-lluvia me inunda y se hacen rondas en mi cuerpo que guiñan sus torbellinos a mis pies. Por momentos la…

en Blanco y Negro

Hay días que no tengo ganas del color, es como si de repente mirase el alrededor con cierto hastío como quien se maquilla todos los días y para toda ocasión de la misma manera. No, no es aburrimiento. Es darle espacio a la sensación silenciosa que va llegando día a día y se instala como una presencia insistente, callada. Es entonces, en ese día, que me revoluciono: abro nuevos espacios, ando otros caminos, limpio mi hogar. Ahí empieza la paleta de colores a mostrar las pelusas que estaban escondidas atrás del ropero, las bananas que se habían caído (quien sabe…

Urbana y Natural

Las crónicas de mi andar son caminos reales. Ciudades, poblados, urbes y la contrapartida: bosques, selvas, montañas, ríos, mares, cascadas. Balancearme entre los mundos que presentan es mi gran pasión y desafío; la vida es narración y presencia en cada espacio-luz-sombra. Me subyuga el juego ingenuo y descabellado que tiene sus propias reglas, así como su propia cadencia. En forma de pasos: 1, 2, 3 … retrato las baldosas de un sentir y un momento en algunos de los lugares que laten en mi. 1 paso Me arrulla el calor que invade, suave e insistente, cada espacio de mi cuerpo….

Arrastro mis botas

Un bosque y un árbol pueden ser lo mismo, hasta que te detienes. Elaborar el mapa interior de las anclas, de los espacios inamovibles que son eje y razón, es movimiento. Respiro y me sumerjo en los pilares que hoy componen mis certezas. Es movimiento, es aprender sobre y con los registros que el cuerpo me dialoga. Escribo. Escribo y lo hago de las 1001 formas que nacen en los lugares más insólitos y con las emociones en mis dedos. Escribo y me ordeno desde adentro, escribo y las palabras hilvanan historias o relatos o poema o poesía… escribo ……

Olvidar o arriesgar

Olvidaba o me arriesgaba. Sin medias tintas me planteaba qué hacer mientras se me tapaban los oídos y las turbinas aceleraban el zumbido. Por la ventanilla, una de las alas del avión, era el primer plano para la urbe desdibujaba en las penumbras de la noche; me alejaba de lo que cambió mis certezas. Cielo y libertad. Mentira. Degustar el vuelo. No podía. Una y otra vez volvía esa voz: ¿qué vas a hacer? Tenía 8 horas de vuelo para definir un plan de vida. Me uní a los aplausos efusivos: ¡llegamos!  La pausa cuántica de vuelo había terminado: documentos…

De mañana

Mis mañanas son diferentes desde hace un tiempo. No sólo se trata por estar inmersa en el aluvión de cambios que he atravesado durante un período de casi 2 años (países diferentes, culturas disimiles, estaciones climáticas en espejo, dos continentes en 1 día…); es más que eso, interno, profundo y silencioso … me suele despertar por las noches. Mis mañanas poseen una rutina casi mundial: abrir los ojos, lo que no significa estar atenta en la mirada; ir al baño y realizar un desayuno; y esas sensaciones…. Sensaciones  que afloran mientras el vapor del café me roza el rostro aún…